El
filósofo alemán Karl Jaspers definió la Era Axial (el periodo que transcurre entre el
800 a. C. y el
200 a. C.) como la línea divisoria más profunda de la historia del hombre, durante la cual apareció la misma línea de pensamiento en tres regiones del mundo:
China,
India y el
Occidente. A partir de la Era Axial, las diferentes regiones de la
Tierra no tuvieron ya un paralelismo semejante. Según Jaspers, lo humano, como lo conocemos hoy, nació entonces. No pudo vislumbrar ninguna conexión para este suceso, ni tampoco ninguna señal de interconexión entre los
Pueblos mediterráneos,
India y
China en este periodo.
Características de la Era Axial
- El hombre se hace consciente de sí mismo y de sus limitaciones. Su anhelo es la salvación personal.
- Intenta ganar esta salvación a través de la actividad reflexiva. Por primera vez en la historia, los filósofos aparecen en público. Surgen los conflictos filosóficos, nacidos del afán de convencer a los demás. Todo acaba en la discusión, la fractura y, finalmente, en el caos.
- De este caos nacen todas la corrientes actuales de pensamiento.
- Opiniones, modos de actuar y costumbres de los hombres son puestos en tela de juicio y, a la larga, cambian.
Todas estas características aparecen bajo las mismas circunstancias sociológicas: China, India y Occidente, constituido cada uno de ellos por pequeños estados, se enfrascan en luchas interminables. Los estudiantes van de ciudad en ciudad intercambiando ideas. Estos estudiantes eran los hombres sabios de la
religión y los
sistemas filosóficos. En China,
Confucionismo,
Taoísmo, las escuelas de
Mo-tzu,
Zhuangzi,
Lie Zi, entre otros. En la India,
Brahmanismo,
Budismo. En Occidente, el
Zoroastrismo, los profetas del
Judaísmo como Elías, Isaías, Jeremías y, en
Grecia, la
sofística, la
filosofía de
Parménides,
Heráclito,
Platón,
Tucídides y
Arquímedes. Todas estas corrientes surgieron de manera casi simultánea durante este periodo -con todo lo que supusieron para el futuro del hombre-, sin que ninguna tuviera contacto con las otras.